El mercenario profesional Dare
Macintosh tenía una regla que aplicaba a rajatabla: los negocios no debían
convertirse nunca en un asunto personal. Si el motivo y el precio eran de su
agrado, aceptaba la misión que le estuvieran ofreciendo. Sin embargo, cuando la
encantadora Molly Alexander le pidió que la ayudara a encontrar a los hombres
que la habían secuestrado, Dare sintió por primera vez la tentación de combinar
trabajo y placer. Molly era una mujer muy independiente, y se había jurado que
no confiaría en nadie hasta que hubiera descubierto la verdad.
¿Podría ser su padre, un hombre
poderoso de quien estaba distanciada, el enemigo que la amenazaba? ¿O su
antiguo prometido, que todavía estaba resentido con ella? ¿O un lector y
admirador contrariado por sus novelas? A medida que el peligro iba cercándolos,
Dare se convirtió en el único apoyo de Molly. Sin embargo, lo que sentía por él
podía ser lo más peligroso de todo…
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