Él fue quien le ha enseñado a ella a montar...
Ahora todo lo que él quiere es montarla. Blake Coleman es
lo suficientemente viejo para saber que actuar por impulso provoca más que un montón
de problemas. Pero cuando el problema es una rubia usando un sombrero de
vaquero con delgadas e infinitas piernas, ¿qué debe hacer un hombre? Querer a
la dulce hija del vecino es simplemente incorrecto. Lo responsable es mantener
sus manos fuera.
Jaxi tiene otros planes para las manos de Blake, y su
corazón. Ella una vez pudo haberlo considerado un hermano mayor, pero eso fue
hace mucho tiempo. Ella es una adulta ahora y lista para convencerlo de que
ella es perfecta para él. Excepto que él no puede ver más allá de la gran señal
de “no tocar”, que aparentemente todavía anda colgando de su cuello.
Cuando Jaxi termina viviendo justo bajo la nariz de
Blake, el calor innegable entre ellos se desliza fuera a fuego lento y salta
hasta niveles que queman el granero. Sin embargo, cuando el más joven de la
manada de seis Colemans ha decidido marcar a Jaxi, es digna de arriesgar
algunos huesos rotos.
Es decir, si de Blake finalmente está listo para dejar ir
las riendas y luchar por lo que él quiere…
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