Lo último que quiere hacer el vampiro guardaespaldas , Zane
es proteger a una híbrido, una mitad vampiro, mitad humana, cuyo padre quiere
mantener virgen. Conocido por su
temperamento violento y cruel y por su
falta de compasión, la rabia de Zane, que nació de la crueldad que sufrió
durante el Holocausto, lo lleva a centrarse sólo en la venganza. Encontrar al
último de sus torturadores es su única meta en la vida.
Portia es una híbrida joven con un serio dilema: en pocas
semanas, su cuerpo se convertirá en su forma de vampiro final. Si ella no
quiere tener que vivir su vida inmortal como virgen, Portia debe encontrar un
amante en ese corto tiempo -algo que su padre
desea evitar.
En el momento que Portia y Zane se encuentran, las reglas se
empiezan a doblar, y una atracción prohibida estalla en llamas más calientes
que el infierno del pasado de Zane. Pero ese pasado amenaza con separarlos a
menos que puedan superar sus prejuicios, abandonar el odio por el amor y la
venganza por el perdón.
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