La actitud negativa de Zadie la
conduce a la pérdida de su novio, su trabajo y su piso. Ahora está decidida a
ser una chica SÍ.
Sí, le encantaría quedarse en su
piso mientras el dueño está ausente, pero una mirada al enredo y desea haber
dicho que no.
No es lo último que Tristán
espera escuchar cuando se declara frente a la familia de su novia. Humillado,
se esconde en el piso vacío de su hermano sin preguntar porque realmente no
quiere escuchar otro no.
Lo que necesita es una mujer que
siempre diga sí... sí... sí... ¿Podría ser Zadie?
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